El volumen excesivo de los senos puede hacer que la mujer experimente molestias físicas y psicológicas debido al dolor, la irritación o una atención indeseada, llevándola incluso a evitar el uso de determinadas prendas. Con la reducción de mamas conseguiremos unos senos de menor volumen reduciendo y remodelando las mamas para que tengan mayor firmeza y en proporción con la estructura corporal.
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Alivia el dolor causado por el exceso de peso de las mamas.
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Soluciona problemas respiratorios e irritaciones de la piel.
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Pronta recuperación.
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Mejora la autoestima.
Precio Aproximado
$55,000 – $95,000 MX
Recuperación
8 – 10 días
Efectos
5 – 6 meses
Resultados
Duraderos
¿En qué consiste la reducción de mamas?
La reducción de mamas o mamoplastia de reducción es un procedimiento quirúrgico que, mediante la extirpación de tejido adiposo, piel y tejido mamario tiene como finalidad reducir y remodelar los pechos con el objetivo de conseguir unos senos de menor volumen, con mayor firmeza y en proporción con la anatomía de la paciente. Si fuese necesario, se procederá a reducir la areola. Durante la primera consulta, el cirujano plástico y estético evaluará el tamaño y forma de las mamas y acordará cuál será la técnica más apropiada de acuerdo a su caso en particular. Asimismo, discutirá con la paciente la forma y tamaño esperados después de la intervención y cuáles son sus expectativas.
¿Cómo es la intervención de reducción de mamas?
Si bien existen diferentes técnicas para realizar la reducción de mamas, la más habitual se lleva a cabo realizando 3 incisiones en el seno en forma de ancla. La primera se realiza alrededor de la areola, otra incisión vertical desde la areola hasta el pliegue del pecho y otra horizontal en el surco de la mama, dejando una cicatriz en forma de T invertida, similar a la resultante en la mastopexia o elevación de mamas. A continuación, el cirujano procederá a extraer la cantidad de grasa, la piel y el tejido mamario que sea necesario para conseguir el volumen requerido. En determinadas ocasiones se puede recurrir a una liposucción asociada. Luego, se procederá a reconstruir la areola elevando el pezón a la posición deseada. En la mayoría de los casos la areola sigue unida a los vasos sanguíneos y los nervios lo que permite mantener la sensibilidad. Sin embargo, podría haber ocasiones en que las pacientes puedan experimentar una pérdida de sensibilidad. Esto sucede cuando, debido a una reducción de gran tamaño, sea necesario quitar por completo la areola y el pezón para colocarlos en otra posición. Finalmente se coloca un drenaje y se coloca un vendaje alrededor del pecho.
¿Para quién está recomendada la reducción de mamaria?
La reducción de mamas o mamoplastia de reducción está indicada en aquellas pacientes que, debido al volumen excesivo de sus senos con respecto a su estructura corporal, pueden presentar ciertas molestias físicas como dolor de espalda y cuello causados por el exceso de peso, irritación en la piel debajo de las mamas y problemas respiratorios. Sin descartar las motivaciones psicológicas que derivan de una atención no deseada que la avergüence, especialmente en la adolescencia, el no poder vestir determinadas prendas o realizar ciertas actividades físicas e incluso en ocasiones pudiendo afectar sus relaciones íntimas. La cirugía de reducción de pecho se puede llevar a cabo en todos los casos que la paciente cumpla con los requisitos generales de salud y que las mamas se hayan desarrollado por completo, aunque puede existir ocasiones donde se lleve a cabo antes si se considera necesario. Se recomienda esperar si se tiene pensado amamantar porque podría verse comprometida la lactancia dependiendo la cantidad de tejido a extirpar.
¿Cuál es el precio de la reducción de mamas?
El precio oscila entre $55,000 y $95,000 pesos mexicanos dependiendo de la complejidad.
Los precios son cerrados e incluyen todos los gastos derivados de la intervención, como análisis preoperatorios, honorarios médicos, quirúrgicos y anestésicos, hospital, quirófano, medicación, revisiones postoperatorias y atención telefónica las 24 horas.
Se ofrece posibilidad de financiamiento.
Tiempo de la intervención
La cirugía de reducción de mamas se lleva a cabo en un hospital o clínica homologado bajo anestesia general. La intervención puede durar entre 2 – 4 horas.
Hospitalización
Se requiere de 1 o 2 días de hospitalización.
Recuperación y cuidados tras la intervención
Tras la intervención de reducción mamaria, la paciente tendrá un vendaje que llevará durante la primera semana para ser reemplazado por un sujetador especial tipo deportivo, que permitirá la correcta sujeción de los tejidos. Esta prenda deberá utilizarse durante los primeros 2 meses. Luego de la operación quirúrgica experimentará cansancio. Esto es normal y deberá guardar reposo los primeros días, aunque la recuperación suele ser rápida y se sentirá bien pasados 2 o 3 días pudiendo retomar la actividad moderada en poco tiempo. La reincorporación laboral puede hacerse después de 2 semanas si no supone un esfuerzo físico, levantar o realizar fuerza con los brazos. En caso contrario se podrá retomar la rutina laboral a las 4 semanas aproximadamente. No suele ser un postoperatorio doloroso y el cirujano le recetará analgésicos para que pueda sobrellevar las molestias de los primeros días y antibióticos para prevenir una posible infección, aunque no suele ser frecuente. Las cicatrices tendrán un aspecto inflamado y rojizo los primeros meses, llegando a tener un aspecto blanquecino cerca del año tras la operación. La cicatrización puede verse comprometida en las personas fumadoras, por lo que se aconseja no fumar al menos 3 semanas antes de la intervención y pasado 1 o 2 meses de la misma. Conviene no ejercer presión sobre las mamas y evitar mantener relaciones íntimas durante 1 o 2 semanas para que no se inflamen las incisiones. Se podrá retomar el ejercicio físico pasado 1 o 2 meses, dependiendo de su intensidad.
Resultados
Los resultados de la mamoplastia de reducción suelen ser muy satisfactorios si la paciente tiene unas expectativas realistas, experimentando un inmediato alivio tras la pérdida excesiva de volumen, llegando a perder de 1, 2 o más tallas. Pasarán al menos de 4 a 6 meses para que se puedan apreciar los efectos y hasta 1 año para los resultados definitivos. Las cicatrices, aunque visibles y permanentes, pueden quedar disimuladas con el bikini o sujetador. Llegando a ser cada vez menos visibles con el paso del tiempo, adquiriendo un tono blanquecino y un aspecto definitivo aproximadamente al año tras la intervención.